1.- Limpiar rigurosamente el área a tratar, empleando un antiséptico de superficie eficaz como el alcohol en gel.
2.-Cuidar la intensidad de las infiltraciones para evitar la formación de hematomas.
3.-Indagar los antecedentes alérgicos de cada paciente.
4.-No pretender hacer mucho en poco tiempo, pues la excesiva frecuencia de sesiones conduce a fracasos más que a éxitos.
5.-No pretender lograr con la mesoterapia los resultados que sólo se obtienen con un buen programa integral de dieta, ejercicio
y complementación.
6.-Y lo más importante, sólo se deben emplear mezclas conocidas, referenciadas e identificadas, de las que tengamos certeza
de que han sido objeto de trabajos científicos o al menos, de las que se tenga amplia experiencia clínica y siempre respetando
las dosis recomendadas.