El Origen del Árbol de Navidad
El Árbol de Navidad es una costumbre tan antigua que su origen se
difumina en los orígenes del tiempo.
Hay versiones que indican que todo se inició -aunque parezca increíble-
en el antiguo Egipto, donde los egipcios hacían una ceremonia de fin de año, en la cual se usba una rama de palma de doce
hojas. Cada hoja simbolizaba un mes del año que había pasado, y entonces encendían la punta de cada hoja, y las apilaban en
forma de pirámide para adorar al dios Toth.
Se supone que la forma triangular de la hoja de palma, así como la pirámide
que formaban con todas las palmas es el origen de nuestro arbolito.
Ahora, según otras opiniones, la costumbre del arbolito se inicia
en la tradición pagana que data de hace más de mil doscientos años, particularmente de los germanos, de adorar a los
árboles como símbolo de fertilidad.
Los cristianos al intentar convertirlos, no tuvieron más opción que
incorporar la costumbre pagana, pues ésta estaba muy arraigada en el pueblo, a sus ritos cristianos. Sin embargo, hubo que
variarla un poco, pues los germanos adoraban al roble, y los cristianos pensaron en que era más adecuado el abeto, pues éste
con su forma triangular podía representar la Trinidad.
Su expansión por toda Europa fue tardía y ocurrió alrededor de 1880,
y para finales del siglo XIX, la costumbre ya era tradición en el Norte de Europa. Escandinavia y Estados Unidos. Latinoamérica
fue bastante reacia a incorporarlo en sus celebraciones de la Navidad, ya que la religión cristiana tuvo un mayor arraigo
y era ofensivo pensar en introducir algún elemento pagano.
Sin embargo, en el siglo XX se empezó a ceder y hoy es casi todo
el mundo occidental, donde se celebra la Navidad, colocando un arbolito y adornándolo con bolitas, copos, frutas, regalos,
listones, luces y otras curiosidades, pues en esto no hay límites para la originalidad.